Acuéstate sobre una superficie firme. Dobla las rodillas y llévalas hacia ti. Mantén las rodillas suavemente y deja que tus piernas se relajen y los pies cuelguen por encima del suelo.
Con cuidado, lleva tus rodillas un poco hacia ti y luego a su posición inicial. Haz esto 3 o 4 veces y luego descansa un momento.
En la misma posición, pon tus manos encima de las rodillas y haz pequeños círculos durante unos minutos en una dirección, una pausa y luego haz los círculos en la otra dirección.
Mantén las rodillas dobladas y pon tus pies en el suelo. Permanece así unos minutos, rueda hacía un lado, siéntate, y ponte de pie. Camina y observa cómo sientes tu espalda ahora.
Si tu espalda, todavía, la sientes un poco tensa, haz unos cinco minutos extra y acuéstate en el suelo con las piernas apoyadas sobre la cama, mesa baja o un sofá. Asegúrate de que el ángulo de las rodillas y las caderas es de 90 grados, ya que esto libera la espalda baja y permite que los músculos se alarguen. Repite la secuencia de los círculos en las rodillas en las dos direcciones. Levántate lentamente y siente cómo tu espalda se encuentra ahora.
Disfruta de las nuevas sensaciones y si te gustó, comparte!
♥ Recuerda leer, las pautas a seguir, antes de empezar cualquier lección.
El Método Feldenkrais® enseña la educación del movimiento a través de la conciencia para que puedas moverte con facilidad y gracia y aprendas a vivir una vida más plena. Combina la atención con la mecánica corporal y la plasticidad cerebral para acceder a tu potencial en todos los ámbitos de la vida.
Buenísimo y simple. Gracias por compartir las lecciones del Método, enriquecen muchísimo mi experiencia y labor.
Gracias a ti, Pato, por tu confianza e interés en las clases de este blog. Saludos.